Como ya explicamos en un artículo anterior, el síndrome de boca ardiente consiste en el ardor persistente o periódico en la boca sin una causa evidente y, por desgracia, la mayoría de las veces no puede señalarse cuál es la causa que lo provoca.
Por ello, es necesario acudir a la consulta del dentista para conseguir un buen diagnóstico y, dependiendo de este, aplicar el tratamiento más idóneo.
Diagnóstico
No existe ninguna prueba que confirme si se tiene o no el síndrome de boca ardiente. Aun así, tu dentista tratará de eliminar otros problemas antes de conseguir el diagnóstico correcto.
Tu dentista o tu médico comprobará tu historia clínica y los medicamentos que tomes, revisará tu boca y te dirá que le expliques los síntomas que tienes, tus hábitos bucales y el cuidado bucal que te haces diariamente. Asimismo, es posible que te haga una revisión médica general para localizar síntomas relacionados con otras patologías.
Pruebas para el diagnóstico
Algunas de las pruebas que pueden realizarse para el diagnóstico son:
- Pruebas de alergias. Es posible que tu médico lo recomiende para saber si eres alérgico a algún alimento, aditivo o componentes de las dentaduras postizas.
- Análisis de sangre. Se utilizan para comprobar tu hemograma completo, factores nutricionales, función tiroidea, niveles de glucosa y función inmunológica, que pueden señalar cuál es el origen de la molestia.
- Cultivo y biopsia oral. Se recogen muestras de la boca y se analizan para saber si existe una infección por virus, hongos o bacterias.
- Análisis de reflujo gastroesofágico. Con este análisis se puede especificar si hay o no reflujo gastroesofágico.
- Mediciones de la saliva. Cuando se tiene este síndrome, existe la posibilidad de tener la boca seca, por lo que un estudio de la saliva permitirá comprobar si el flujo de la saliva es insuficiente.
- Suspensión temporal de medicamentos. Hay medicamentos que, al tomarlos, pueden fomentar las molestias en la boca, por lo que el médico puede recomendar que se suspenda la toma de dichos medicamentos de forma temporal, en la medida de lo posible, para comprobar si las molestias desaparecen o permanecen. Es posible que dejar de tomar algunos medicamentos sea peligroso, por ello no debes hacerlo solo sino cuando el médico lo sugiere.
- Pruebas por imágenes. Es probable que el médico aconseje realizar un TC, RM u otro tipo de pruebas por imágenes para saber si hay otro tipo de problemas.
- Cuestionarios psicológicos. En algunas ocasiones pueden solicitarte que contestes algunos cuestionarios para ayudar en la decisión de si existen o no síntomas de ansiedad, depresión u otro tipo de trastornos mentales.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome de boca ardiente secundario depende de cuáles sean las patologías sin diagnosticar que puedan provocar las dolencias bucales.
La sustitución, por ejemplo, de dentaduras postizas que no se adaptan bien o la toma de suplementos para el tratamiento de déficits vitamínicos pueden calmar los dolores. Debido a ello, es de gran importancia la identificación del origen. Cuando se pone tratamiento a los problemas no diagnosticados, los síntomas de este síndrome tendrían que mejorar.
Asimismo, no se conoce ninguna cura para el síndrome de boca ardiente ni una forma exacta y acertada de tratarlo. Aún no existen estudios concluyentes sobre los procedimientos más eficaces para el síndrome. El tipo de tratamiento variará en función de los síntomas que tengas y se utiliza solo para controlarlos. Antes de encontrar el tratamiento idóneo para reducir tus dolencias bucales, puede que tengas que probar diversos métodos.
Algunos tratamientos pueden ser:
- Enjuagues orales concretos
- Sustitutos de la saliva
- Medicamentos anticonvulsivos, como el clonazepam
- Algunos antidepresivos
- Analgésicos elaborados a partir de pimientos picantes, como la capsaicina
- Medicamentos bloqueantes del dolor neurálgico
- Terapia cognitiva conductual
Alternativas caseras y forma de vida
Para disminuir los síntomas y las dolencias bucales, también se puede:
- Beber mucho líquido para disminuir la sensación de sequedad bucal
- Evitar líquidos o alimentos ácidos (café, tomates, zumo de naranja…)
- No utilizar productos que contengan tabaco
- Evitar el alcohol y otros productos que contengan alcohol, debido a que es posible que irriten el revestimiento bucal
- Tomar decisiones que ayuden a disminuir el estrés
- Evitar alimentos picantes o con muchas especias
- Utilizar marcas de pastas de dientes suaves o sin gusto, por ejemplo aquellas específicas para dientes sensibles o alguna que no lleven menta
- Evitar aquellos productos que contengan menta o canela